-Probado y Opinado: La dulce experiencia de MOKA (con un trago amargo)

Entrar a MOKA es como dar un salto directo a un mundo de color y sabor. Esta cafetería y pastelería, ubicada en La Banda, Santiago del Estero, tiene todo para convertirse en tu lugar favorito: un ambiente vintage y bien climatizado(porque sabemos que el calor santiagueño no perdona), una vitrina llena de delicias visualmente irresistibles y una carta con opciones variadas que hacen difícil decidirse.

Los sándwiches son un espectáculo en sí mismos: pan crocante, ingredientes frescos y combinaciones bien pensadas. Y si los acompañás con un licuado, preparate para un festín tanto para la vista como para el paladar. ¡Punto a favor para los amantes de lo instagrameable! 📸✨

Ahora bien, ¿es perfecto? No del todo. Porque la comida puede ser increíble, pero la experiencia también depende de la atención… y ahí es donde aparece EL PROBLEMA (en mayúsculas porque lo merece).

El mozo que no sabe que está en un café y no en una batalla campal

En MOKA hay mozas amables y atentas, que entienden que el café viene con una sonrisa y no con cara de “te odio por existir”. Pero hay uno en particular que parece haber hecho un curso intensivo de “cómo arruinarle el día a los clientes”.

Ejemplo 1️⃣: Un joven fue con su mamá, ilusionado por compartir un lindo momento, pero se llevó un mal contestamiento y prepotencia dignos de una mala película de servicio al cliente.

Ejemplo 2️⃣: Una chica que luchaba con depresión decidió llevar a su mamá para compartir la buena experiencia que había tenido antes. Lamentablemente, el mismo mozo le habló con desdén y falta de respeto, como si consultar el menú fuera un crimen de lesa humanidad.

dijo:¿Y los precios? 💰☕🍰

Aquí viene otra buena noticia: MOKA no te vacía el bolsillo. A diferencia de otros cafés donde sentís que te cobran hasta por respirar, acá podés disfrutar de excelentes desayunos y meriendas desde $3000, con porciones bien servidas y productos de calidad. No es el lugar más barato del mundo, pero tampoco te hará llorar cuando llegue la cuenta. Una relación precio-calidad que vale la pena.

Veredicto final

MOKA es, sin duda, un lugar recomendable: el ambiente, la comida y la estética juegan a su favor. El tiempo de espera puede ser un poco largo, pero se entiende, porque es un sitio muy concurrido tanto por bandeños como santiagueños.

Ahora, si la administración quiere que este lugar siga brillando, quizás es hora de darle un curso intensivo de empatía y modales a cierto empleado. Después de todo, la comida puede endulzar el alma, pero un mal trato puede amargar hasta el café más dulce.

🌟 ¿Volveríamos? Sí, pero rezando para que nos atienda alguien que no nos haga sentir que le arruinamos el día con nuestra existencia.