Repudio total: Policía de civil agrede brutalmente a menor con autismo en Saint Germain
Un hecho de extrema violencia sacudió al barrio Saint Germain este viernes alrededor de las 21 horas, cuando un menor con autismo fue agredido sin motivo alguno por un efectivo policial vestido de civil.
El adolescente, identificado como J.G., había salido, como todos los días, a caminar a la Plaza El Ingenio, a tan solo media cuadra de su casa. Sin embargo, en apenas diez minutos, su salida cotidiana se convirtió en una pesadilla.
Varios testigos relatan que el adolescente fue abordado sin razón aparente por un hombre en bermuda y remera, quien, sin mediar palabra, comenzó a amedrentarlo violentamente. Según algunos jóvenes presentes, alguien hizo un comentario en tono de broma sobre un supuesto robo de bicicleta. Esta trivial broma desató una reacción desmedida e incomprensible en el policía identificado como Gerez Claudio, que arremetió directamente contra J.G., pese a que el menor ni siquiera estaba involucrado ni cerca de los otros adolescentes.
Lo que siguió fue una escena desgarradora: el oficial lo sujetó brutalmente de las manos, lo arrojó al suelo, dejándolo boca abajo, mientras J.G. lloraba y suplicaba, visiblemente aterrorizado. En medio de una crisis de nervios y sin entender lo que estaba ocurriendo, el menor intentaba explicar que él no era un delincuente. Sus lágrimas y súplicas, sin embargo, no lograron detener la agresión.
El oficial, lejos de calmarse, continuó con un trato cada vez más hostil, gritándole «Dejá de burlarte» mientras lo arrastraba hacia otra parte de la plaza, sujetándole fuertemente el cuello, golpeándolo y dándole puñetazos en la espalda, lo que le causó varias heridas visibles.
Una vecina del barrio, conocedora de J.G. y testigo del horror, trató de intervenir, pidiendo al policía que lo soltara, explicando que el joven era un niño bueno, un habitual de la plaza y que no representaba ningún peligro. Sin embargo, sus palabras fueron ignoradas; el oficial continuó con la agresión, en un acto de humillación y abuso de autoridad.
J.G., temblando de miedo y sin comprender la magnitud de la violencia injustificada que sufría, fue llevado a una garita policial, donde el acoso continuó. Un video del incidente captado por testigos se ha presentado como prueba, y la familia del menor ha realizado la denuncia correspondiente, exigiendo justicia frente a este acto de brutalidad y abuso de poder.
La comunidad está conmocionada y exige una respuesta contundente.
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