-Doble moral en acción: «A muchos policías y remiseros les gusta la matraca», asegura un trans.
Después del insólito episodio del subcomisario, el poste vengador y la travesti fugitiva, las redes sociales explotaron, y no pasó mucho tiempo para que una persona trans, que prefirió no revelar su identidad, decidiera compartir un dato que muchos aseguran no es novedad, pero que nadie se animaba a decir en voz alta: “A muchos remiseros y policías les gusta la matraca”.
La frase, directa y sin anestesia, pone el foco en lo que sucede en las noches santiagueñas, cuando el trabajo se combina con “diversiones alternativas”. Según esta fuente, tanto policías como remiseros serían clientes frecuentes de los servicios ofrecidos por la comunidad trans y travesti, aunque claro, todo bajo un velo de discreción que el reciente escándalo terminó rasgando como un vestido ajustado en una fiesta de 15.

Esos mismos que por el día te miran de costado o te quieren molestar por cómo vas vestida, son los que a la noche te pasan a buscar como si fueran estrellas de cine. A la matraca no le dicen que no, aunque vistan uniforme”, comentó con ironía la persona trans.
El episodio del subcomisario y su acompañante habría expuesto lo que muchos ya intuían: una doble moral que, en este caso, terminó estampada contra un poste. Por supuesto, este “gusto por la matraca” no es exclusivo de una sola profesión, pero lo curioso aquí es la mezcla de autoridad, transgresión y un Renault Logan con conservadora incluida.
Las redes no tardaron en convertir la frase en tendencia, con memes, teorías conspirativas y hasta propuestas de nombres para futuros autos policiales: Operativo Matraca 2025 suena bastante prometedor. Pero más allá del humor, las declaraciones invitan a reflexionar sobre la hipocresía y el estigma que todavía enfrentan las personas trans, especialmente en contextos donde su trabajo es tan demandado como señalado.
Al parecer, las noches santiagueñas son un crisol de historias que mezclan uniforme, volante, y la “matraca” como gran denominador común. Quizás sea hora de que algunos acepten sus gustos sin tanto drama… y sin postes de luz de por medio.