Con ustedes, Nicole Eberlé, la referente de la Juventud de La Libertad Avanza en Santiago del Estero, una provincia donde los mismos dinosaurios políticos llevan décadas haciendo de las suyas. En esta entrevista explosiva, Nicole cuenta por qué se metió en la política, cómo es ser opositora en un feudo donde disentir es casi un deporte de riesgo y qué sueña para una provincia que no sea el patio trasero de los mismos de siempre. Mientras los caciques locales se pasean en 4×4 con plata que nadie sabe de dónde salió, esta piba de fierro viene a romper el molde.
¿Qué te empujó a meterte en la política y por qué elegiste La Libertad Avanza?
“Desde chica que tengo un interés muy marcado por la política,” arranca Nicole, dándole un guiño a su viejo, que le metió los valores en la cabeza. “Es la persona que me inculcó mis valores, los cuales después no veía representados en el desempeño de muchos políticos.” Mirando PPT con su papá los domingos, se indignaba con la “obscena” corrupción de los políticos que vivían como reyes mientras pibes como Barbarita, una nena tucumana a diez cuadras del centro, no tenían ni agua potable. “Historias como esas, miles,” suelta, con bronca pura.
A los 13 o 14, las charlas políticas con su viejo eran cada vez más intensas, y ahí entendió que la política es “gestión, solución, aporte a la vida del prójimo.” Pero ningún partido la cerraba. “Siempre votábamos al ‘menos malo’, al que se oponga –o diga oponerse– al kirchnerismo y su corrupción,” explica. Hasta que apareció Javier Milei, con su bronca a flor de piel. “Cuando se comenzó a dispersar la palabra de Milei, con su enojo, su desprecio y rabia al hablar del mismo modelo político de los últimos 20 años, dije ‘soy ese’.” Su indignación, compartida por el 56% que después lo votó, encontró eco. “Ahí me di cuenta que siempre pertenecí ahí.” ¡Mirá vos, alguien que dice lo que todos pensamos sin filtro! Mientras tanto, los políticos de siempre siguen con su verso de manual
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¿Cómo es ser opositora en una provincia donde el oficialismo manda hace mil años?
“Es muy complicado desde el punto de vista de la participación en la vida política con libertad,” cuenta Nicole. Fiscalizar elecciones, usar una remera de LLA o subir un post en redes te pone en la mira: “Ser perseguido –o ‘marcado’, como se dice– es de lo primero que te sucede en la disidencia.” En una provincia donde el oficialismo lleva años sin oposición fuerte, LLA es la única que planta bandera. “Aquí, ser oposición es un lujo que no todos aquellos que están disconformes se pueden dar,” dice. La responsabilidad pesa: “Tenemos que representar a mucha gente que está harta, que fue hostigada, perseguida, que perdió patrimonio, trabajo, y quién sabe qué más a causa de simplemente no estar de acuerdo con el partido gobernante. No podemos defraudarlos.”
¿Sienten los jóvenes un espacio real en la política santiagueña o aún se los subestima?
La subestimación existe, pero Nicole no está para mendigar espacio. “No creemos que reclamando un lugar o esperando que alguien nos de un espacio podamos lograr algo,” dice con firmeza. La Juventud de LLA va al frente: “Somos más del estilo de hacer y estar donde creemos que podemos hacer algo significativo, aportar valor, ser útiles.” Su misión es abrirle los ojos a los que apoyan a Milei en las sombras por miedo a represalias y a los que, aunque no lo votaron, ahora ven un país “poniéndose de pie luego de haber quedado de rodillas por políticas anteriores.”
Con las redes como arma, los pibes de LLA no se callan. “La imparable tecnología y sus vicisitudes son herramientas que mejor que nadie nuestra generación las puede usar para comunicar,” asegura. Mientras los dinosaurios políticos siguen mandando fax, estos pibes la rompen en X. ¡Tomá mate!
Una de las propuestas del movimiento libertario santiagueño explicado por Nicole.
Una de las propuestas de la juventud libertaria santiagueña pic.twitter.com/7u1yQba1xh
— La derecha federal (@Derechafederal) May 22, 2025
¿Qué aporta tu generación frente a una clase política desconectada de la realidad? ¿Por qué se ve a la política como un ámbito de "dinosaurios"?
“Mi generación es la que no tiene recuerdos de un gobierno que no sea de izquierda o centro-izquierda, con políticas socialistas aniquilando la producción de riquezas, corruptos, que dejaron este país en ruinas,” dispara Nicole. Los jóvenes de 20 a 35 años la tienen cruda: “No podemos estudiar por falta de dinero, no podemos trabajar de manera digna y como la ley manda… los que sí tuvieron la posibilidad de capacitarse, muchos prefieren irse de su patria.” Comprar zapatillas en 12 cuotas es común, pero una hipoteca? “Hipoteca was found dead.” Y agrega: “Nos aniquilaron los sueños, las esperanzas y toda creencia en el mérito.”
La desconexión de los políticos es evidente: “Tomar un colectivo y tener que esperarlo 45 minutos; o que no tenga cloacas en su casa; o aquellos que esperan una casa desde hace 10, 15 años o más… Todas estas situaciones a unos u otros, en carne propia o a un conocido, nos atravesaron.” Por eso, los tildan de dinosaurios: “Ser político era el emprendimiento más rentable. Entrabas acomodado o en una conveniente ‘lista sábana’, quedabas atornillado por décadas, llenándote los bolsillos que se podían ver año a año en las Declaraciones Juradas de manera inexplicable.” Pero Nicole está decidida: “Sé que soy parte de la camada que quiere redefinir el significado coloquial de la política… El pueblo no puede ni debe permitir el despilfarro de unos que se traduce en el hambre de otros.”
¿Cuáles son los principales obstáculos como militante liberal en una provincia tan conservadora políticamente?
“Mi concepción como militante de LLA es llevar las ideas de la libertad, mostrar una alternativa que derribe mentiras con argumentos y datos empíricos; no hacer un circo de un acto político,” explica Nicole. Pero el sistema aprieta: “Un gobierno provincial que persigue a la población con amenazas de que si no cesan el comportamiento marcado su contrato laboral será rescindido, su casa quitada, o sus beneficios sociales dados de baja.” Cambiar una cultura donde al gobernador lo llaman “papi” es un desafío. “Tenemos claro que la dádiva y la felicidad asegurada jamás serán promesas de campaña,” dice, citando a Adam Smith: el desarrollo individual lleva al bienestar colectivo. “El político debe permitir la mayor libertad posible, para hacer del entorno para el individuo lo más óptimo posible para su realización, y no trabas en su camino como interminables trámites, burocracia. Porque nada dice progreso como un puntero político decidiendo quién come, ¿verdad?
¿Cuál es tu visión para un Santiago del Estero diferente? ¿Qué cambiarías si tuvieras poder de decisión?
Nicole apuesta por el modelo de Milei: “Achicar el Estado, por ende el gasto público, reducción de impuestos, acabar con los kioscos para los amigos de la política, asistir a los más vulnerados sacando los intermediarios.” En una provincia con 45% de pobreza, le parece “absurda la cantidad de inversión en obras que solo provoca el incremento de gasto público” mientras faltan agua, cloacas y seguridad. “Es lógico que al gobernante le importe más el MotoGP o el Estadio Único que las necesidades básicas de sus habitantes? A mí me parece que no,” dispara. La frase “pan y circo” resume todo: “Con la llegada de Javier Milei… se pudo internalizar que la fiesta del despilfarro de la plata del Estado de unos, luego debe ser pagada por todos.”
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¿Fuiste hostigada, censurada o discriminada por tus ideas políticas? ¿Cómo lo manejaste?
En las elecciones de 2023, Nicole vivió un episodio de censura que marcó su experiencia. Capacitada como fiscal de LLA y convocada como vicepresidenta de mesa, cuidó los votos con dedicación, pero enfrentó intentos de anularlos por supuestas falencias. Tras el comicio, descubrió que su firma fue omitida en el acta de escrutinio, y el Juzgado Electoral alegó que no se había presentado, negándole participar en el ballotaje.
«Mostré el acta con mi firma, pero me dijeron que se había perdido. Era un documento clave, y su desaparición fue bochornosa», relata. En el Juzgado, un empleado le confesó que ya la identificaban como militante de LLA y le sugirió no insistir. El secretario del juez la ridiculizó, sugiriéndole que denunciara el hecho en la fiscalía. «Temblando me fui. Fue un acto de impunidad inusitada. Me dio miedo y pausé mi militancia por un tiempo», admite. Sin embargo, asegura que hay historias aún más graves que espera puedan contarse algún día.
¿Qué mensaje les darías a los jóvenes que sienten bronca, apatía o miedo de involucrarse?
«Los entiendo. No puedo juzgar a quien teme ser víctima de la coerción o sentirse desprotegido», dice Nicole. Sin embargo, invita a los jóvenes a sumarse a la Juventud de LLA, un espacio que describe como «una familia que se cuida mutuamente». Con las redes sociales, el apoyo de otras provincias y el respaldo del armado político de Milei, asegura que nadie está solo. «Juntos somos más fuertes y más difíciles de acallar. Erradicaremos el miedo y pondremos a Santiago de pie», concluye con optimismo.
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